Mariana Caminoa (violín)
Cecilia García (violín)
Javiera González (viola)
Mariana Levitin (cello)
La Rueda de la Luna es un cuarteto de cuerdas dedicado a la interpretación del repertorio clásico, romántico y contemporáneo. Está integrado por Mariana Caminoa (violín), Cecilia García (violín), Javiera González (viola) y Mariana Levitin (cello), quienes forman parte de las principales agrupaciones musicales de Argentina: Orquesta Sinfónica Nacional, Orquesta de Cámara del Congreso de la Nación, Orquesta Nacional de Música Argentina. Formadas bajo la guía de importantes maestros, se perfeccionaron en Holanda, Austria, México, Italia, Alemania y Suiza, participando de agrupaciones de la talla de la Jeunesses Musicales World Orchestra y la Camerata Lisy-Gstaad, e integrando múltiples ensambles de cámara. El cuarteto se ha presentado en la sala Jorge Luis Borges de la Biblioteca Nacional, en el Auditorio del Conservatorio Beethoven, en la Casa Museo Isaac Fernández Blanco, en el Teatro York de Vivente López, en La Casa de Rusia en Buenos Aires, en el Salón Dorado de la Municipalidad de La Plata, en la sala de cámara de la Facultad de Derecho, en el auditorio Nicolás Casullo de la Universidad Nacional de Quilmes, en la Usina del Arte, el CCK y en el Salón Dorado del Teatro Colón. Realizó el estreno en Argentina de Ekitundu Ekisooka, música africana para cuarteto de cuerdas del compositor ugandés Justinian Tamusuza y la adaptación para cuarteto de cuerdas de La leyenda de la flor del ceibo del compositor argentino Oscar Gullace. En las temporadas 2014 y 2015, interpretó los quintetos con clarinete de Mozart y Brahms junto al reconocido clarinetista Ron Samuels, solista de la Sinfónica de Pittsburgh. Ha sido invitado a participar del Taller de Grabación y Edición de música clásica en el marco de La Semana del Sonido realizado en el Teatro Argentino de La Plata, del III Festival Internacional Muchas Músicas que organiza la Universidad Nacional de Quilmes del Festival Internacional de Música Clásica “Por los caminos del vino” 2015, en la ciudad de Mendoza, Argentina y recientemente de las “48 Semanas Musicales” 2016 en Frutillar, Chile.
El 11 de mayo de 1907, cuando la entidad adquirió dos lotes de terreno en la calle Buen Orden (hoy Bernardo de Irigoyen) números 172 al 180, convocó a una licitación internacional para la construcción del actual edificio, que fue ganada por el arquitecto holandés Enrique Folkers, quien también se encargó de la dirección de la obra. El 27 de septiembre de 1908 se colocó la piedra fundamental, y el 8 de mayo de 1911 se tomó posesión del edificio.
Puede inscribirse en la categoría de Art Noveau, aunque también suma rasgos del Modernismo catalán, con toques de corrientes austriacas y alemanas. La construcción fue dirigida por el ingeniero Ernesto Gramondo y se realizó en 28 meses.2
El frente del edificio cuenta con características eclécticas, en el cual el ornamento expresa una intencionalidad formal, incorporándose en la armazón arquitectónica, propia del modernismo.
Los arcos de herradura coronan toda la fachada, un elemento decorativo arraigado en la historia arquitectónica española.
No sólo exhibe ornamento en la mampostería, estructura y herrajes, sino que además cuenta con frisos y molduras rectos, semicirculares ó curvos, que están dispuestos ordenadamente pero con sentido de contraste, de ruptura.
El conjunto cuenta además con bandas horizontales de granito rojo tierra que equilibran lo vertical de la caja arquitectónica, otorgándole solidez y peso.
La cúpula del edificio es de un llamativo color entre dorado y cobrizo. En su parte superior muestra una imponente figura del genio alado, que junto con las del tercer piso: La Recolección y La Navegación, son obras del barcelonés Torcuato Tasso y Nadal. En otros tiempos el genio sostenía en una mano un farol que se encendía en fechas especiales, como el 12 de octubre.
En enero de 2003 un grupo de ladrones robaron la parte inferior de la balaustrada original, destrozando además parte del frente de mármol. Ese sector inferior fue reemplazado por una de hierro, pintada de dorado, ya que no pudo recuperarse lo robado, que probablemente fue fundido para vender los 250 kilos de bronce de los que estaba compuesto.3 2
En el piso 3º se ha procedido a la reapertura de las salas destinadas a Biblioteca que cuenta con más de 20.000 volúmenes, posee incunables y libros únicos o raros, en estanterías construidas en madera de roble artísticamente tallada.
También se encuentra en el tercer piso la Pinacoteca, cuyos principales cuadros convenientemente restaurados se exhiben en el salón “España”, cuenta con admirables cuadros como Marina de Joaquín Sorolla, La Tanagra de Julio Romero de Torres, Escena bucólica de Álvarez de Sotomayor, Los Saltimbanquis de Moreno Carbonero, Elevadores de Quinquela Martín, Locura de Amor de Pradilla, Valle de Barcia de Llorens y obras de consagrados artistas del siglo XIX.
Interior
El palacio se desarrolla en cuatro plantas. El acceso por la entrada principal cuenta con una imponente escalera de honor, realizada como una gran obra de arte, realizada con mármoles españoles e italianos y trabajada con calados y tallas a cincel.
Todos los salones están decorados por estucos, mármoles y bronces. El palacio constaba inicialmente de un sótano con dos salones en estilo árabe; planta baja destinada a billares; un gran salón de estilo imperial en el piso principal, cuyo techo fue obra del pintor Julio Borrell. En el entresuelo se instaló una peluquería. Los salones del segundo piso se destinaron a juegos de recreo, lectura y conversación. En el tercer piso se montó un lujoso y confortable restaurante y la intendencia, oficinas y otras salas de recreo. La azotea contaba con comedor durante el verano. Si bien ha sufrido variantes, en la actualidad se mantiene siendo el orgullo de la colectividad española de Buenos Aires. Los salones de baño (actual Salón Alhambra) reproducen sectores de la Alhambra de Granada y son obra del español Francisco Villar y su esposa francesa, Léonie Matthis.