Susana Checa nació en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el 07 de enero de 1941. La familia Checa – padre, madre y una hermana mayor – vivía en Flores, pero a raíz del asma que comienza a sufrir Susana, buscando una zona “con aire más puro”, decidieron dejar la ciudad para mudarse a Castelar. Vivieron allí hasta que Susana tuvo que comenzar la secundaria, cuando regresaron a la Capital Federal. La inscribieron en La Anunciata, una institución privada con orientación religiosa de la congregación de las hermanas dominicas situada en Recoleta. La elección del colegio católico no fue azarosa, la familia Checa era practicante de la fe católica y concurría asiduamente a la iglesia.
La familia de Susana exhibe marcas del pluralismo cultural que caracterizó a la Argentina de comienzos del siglo XX: entre sus antepasados se cuentan italianos, franceses, peruanos. Sus padres se conocieron en un baile en Carhué, un lugar al que luego volverían asiduamente en época de vacaciones. Su madre no había continuado con sus estudios una vez terminada la primaria. Su padre había comenzado a estudiar abogacía, pero nunca terminó la carrera. De todos modos, siempre trabajó en Tribunales, hasta jubilarse.
Al finalizar sus estudios secundarios, influenciada por su hermana mayor, que ya estudiaba Filosofía y la conectaba con el clima de época existencialista, Susana se inscribió en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. Era el año 1959. Dudaba entre seguir Filosofía o Psicología. Sin embargo, al realizar el curso de ingreso común a las diferentes carreras, con la materia Introducción a la Sociología que dictaba Gino Germani, decidió cambiar su rumbo e inclinarse por la Sociología.
En esos primeros años de facultad conoció a su gran amiga, Alcira Argumedo. Cursaban y estudiaban juntas, Alcira incluso llegó a vivir algunos años en su casa. Forjaron una entrañable amistad que las une hasta el día de hoy. El ingreso de Susana a la universidad no sólo reforzó la decisión de apartarse del catolicismo (quiebre que se había dado un año antes en el marco de la recordada “Laica o Libre”), sino también el cuestionamiento a las posturas conservadoras en materia política que defendía su padre. Susana fue militante del Partido Socialista Argentino de Vanguardia (PSAV) y delegada estudiantil de la carrera de Sociología en los años previos a la intervención del Onganiato. Entre sus compañeros estaban Celia Baldatti, Daniel Hopen, Heriberto Muraro y Marcos Szlachter, su pareja en aquellos años. Militante del Ejército Guerrillero del Pueblo, Schalajter es asesinado en 1964 en Orán, Salta. Tras su muerte, Susana decide abandonar la carrera por un tiempo. La retoma al año siguiente.
Se recibió en el año 1966. El año del Golpe de Onganía y el año en el que comienza una relación con Jorge Carpio, su actual compañero. Carpio había ingresado a la carrera Sociología ese año, después de pasar por las carreras de Medicina y Filosofía de la Universidad de La Plata. Es por esos años que se da el acercamiento de Susana al peronismo.
Como espacio de formación y resistencia a la intervención de la universidad durante el golpe de Estado, se conformó el grupo de estudios sobre América Latina coordinado por José Luis Romero, junto a Gregorio Selser, en el que Susana participa junto a Gunnar Olsson, Alcira Argumedo, Jorge Carpio, Laura Golberg, Rosalía Cortés, entre otros.
Entre 1967 y 1974, Susana se desempeñó como consultora en el Ministerio de Salud, donde trabajó en el desarrollo de la encuesta nacional. En 1968, con la experiencia de las Cátedras Nacionales, regresó a la facultad como docente, junto a los ya mencionados Carpio, Argumedo, Olsson, pero también Roberto Carri, Horacio González, Enrique Pecoraro, Ernesto Villanueva, entre otros/as.
En 1975, ante el avance de la Triple A y la creciente represión, partió al exilio en Perú. Primero viajó Carpio y Susana logró viajar unos meses más tarde, con su pequeña hija de menos de un año. Radicada en Lima, ejerció la docencia entre 1975 y 1978. Allí se puso en contacto con el Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán, donde se produce su acercamiento y compromiso con el feminismo, como movimiento político y perspectiva para el análisis social. Se sumergió de lleno en el estudio de las políticas de salud y los derechos de las mujeres. Trabajó por esos años con Virginia “Gina” Vargas y Vicky Guzmán en políticas de salud para mujeres de zonas rurales. Se desempeñó además como investigadora y capacitadora para la ONU, UNICEF.
Entre 1979 y 1980, se trasladó junto a su familia a Colombia, donde se desempeña como docente e investigadora de la Universidad de Bogotá. Regresaron a Perú en el año 1980 y permanecieron allí hasta 1985 que, con el retorno de la democracia, volvieron a instalarse en la Argentina. A partir de entonces y hasta el año 2017, se desempeñó como docente e investigadora en la Universidad de Buenos Aires.
Especializada en temas de salud sexual y reproductiva con perspectiva de género, Susana dirigió proyectos colectivos y publicó libros y artículos. Entre ellos cabe resaltar la temprana publicación junto a Martha Rosenberg de Abortos hospitalizados: un problema de salud pública, una cuestión de derechos reproductivos : estudio sobre abortos hospitalizados en la Ciudad de Buenos Aires (1996, Ed. El cielo por asalto). El libro fue resultado de un relevamiento acerca del perfil sociodemográfico y epidemiológico de las mujeres que acudían a los hospitales públicos de la Ciudad de Buenos Aires por complicaciones post abortivas. Las investigadoras indagaron tanto en las perspectivas de los agentes y servicios de salud como de las mujeres pacientes y sus trayectorias. Años más tarde, Susana dirigió dos compilaciones Género, Sexualidad y Derechos Reproductivos en la Adolescencia (2003) y Realidades y Coyunturas del Aborto: entre el derecho y la necesidad (2006, ambas de Ed. Paidós- Tramas) en las que participaron investigadoras de diferentes disciplinas, tanto locales como del extranjero, entre ellas: María Alicia Gutierrez, Ana María Fernandez, Débora Tájer, Eva Giberti, María José Rosado-Nunes, Diana Maffía, Elsa Schvartzman, Leonor Faur, Rosa Geldstein, Edith Alejandra Pantelides, Liliana Findling, Cristina Erbaro, Estelizabel Bezerra de Souza, Gilberta Santos Soares, María Consuelo Mejía. Valiosas contribuciones para el análisis político, sociológico, legal y ético de las concepciones y políticas públicas vinculadas a la salud sexual y reproductiva.
En los últimos años, fue profesora consulta de la Facultad de Ciencias Sociales e investigadora del Instituto Gino Germani. Desarrolló también actividades académicas en la Universidad Nacional Tres de Febrero donde, desde el año 2015, se desempeñó como Directora de la Especialización en Gestión de Políticas para la Infancia y Adolescencia.
Integró desde el año 2004 el Foro Ciudadano de Participación por la Justicia y los Derechos Humanos (FOCO), una organización no gubernamental con estatus consultivo en el Consejo Económico y Social (ECOSOC) de Naciones Unidas. Fue miembro del Consorcio Nacional de Derechos Reproductivos y Sexuales (Conders).
Susana falleció en Buenos Aires el 23 de julio de 2021.