Susana Aparicio nació el 21 de septiembre de 1945 en la Ciudad de Buenos Aires en el seno de una familia trabajadora de inmigrantes españoles. Su padre había sido mecánico en una fábrica para luego convertirse en cuentapropista. Su madre, ama de casa, hacía trabajos de costura. Susana era una alumna disciplinada y desde pequeña desarrolló inquietudes e interrogantes por la desigualdad y la injusticia que observaba a su alrededor. Le gustaba leer y escuchar la radio. Su padre muere de modo repentino a sus 43 años; Susana y su hermana quedan a cargo del hogar junto con su madre.
Desde la secundaria colabora con la organización de una revista del proto-Centro de Estudiantes de la escuela pública a la que asistía. Junto a su hermana menor, participaban de reuniones de la Acción Católica y entraron en contacto con curas del Tercer Mundo. En esos espacios, conocerá a una amiga estudiante de Sociología, quien le facilitará algunas lecturas y despertará su interés por la disciplina. En 1963 se recibió de Perito Mercantil y, al año siguiente, comenzó a trabajar como recepcionista en una empresa. Allí, se afilió al sindicato y participó activamente.
En 1964 comenzó la carrera de Sociología en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, de la que egresaría en 1969. Recuerda con mucha emoción aquellos años que fueron para ella “la época gloriosa” de la Universidad de Buenos Aires. Sus días como estudiante transcurrían entre el trabajo, la biblioteca, las aulas, pero además los grupos de lectura, el cine, la música y los bares que frecuentaban junto a compañeras/os como Néstor Cohen, Alberto Bialakovsky, Norma Giarracca, Susana Soverna y también estudiantes de otras carreras y facultades. Parte de ese clima efervescente se interrumpió con la intervención de la Facultad en 1966, tras el golpe de Estado de Onganía. Si bien algunos de los profesores decidieron no renunciar, tiempo después fueron apartados de la Facultad. Cuando Susana ya estaba finalizando la carrera surgió la experiencia de las Cátedras Nacionales, que tuvo entre sus protagonistas a docentes como Alcira Argumedo, Roberto Carri, Horacio González, Susana Checa, Jorge Carpio, entre otros. Las cátedras habilitaron, para Susana, no sólo una gran formación en historia social y económica de la Argentina, sino también espacios de debate y respeto por el pluralismo de las ideas.
Promediando la carrera, con el objetivo de cumplir las horas de investigación, Susana junto a Norma Giarracca y otras estudiantes realizaron una pasantía en la entonces Secretaría de Agricultura. Trabajó allí y fue incorporada a la planta permanente en 1970. Comenzó a participar en el sindicato y en la realización de diagnósticos sobre la zona extrapampeana, desconocida para esos momentos, inclusive en el mundo académico de la sociología. Allí comenzó a forjarse su interés por la sociología rural, un tópico hasta entonces marginal en la sociología local. El grupo interesado en temas agrarios se fue consolidando a partir de la realización de reuniones de estudio periódicas y los intercambios que mantuvieron con el área de Economía agraria del Consejo Federal de Inversiones, con Pedro Krotsch en el Ministerio de Educación, con Miguel Murmis del CICSO y Guillermo Flichman, entre otros. Estos espacios de intercambio, los cursos y las reuniones de discusión fueron cruciales para la formación. A la vez, los contactos con la militancia campesina y agraria permitieron el aprendizaje y el desarrollo de las metodologías de participación-acción.
A partir de 1973 Horacio Giberti encabeza la Secretaría de Agricultura y se crea un proyecto llamado “proyecto de reconversión de áreas de minifundio”. En la Secretaría ya venían trabajando en el diagnóstico e identificación de áreas rurales pobres y comienzan entonces a participar de proyectos directos con campesinos. Por esos años Susana también daba clases en la Facultad de Agronomía. Tras la muerte de Perón en 1974, es desvinculada tanto de la Secretaría como de la Facultad, que fue intervenida. Por intermedio de Juan José Llach, Susana entró en contacto con Floreal Forni que integraba el Centro de Estudios e Investigaciones Laborales (CEIL). Radicaron un área de investigación sobre Sociología Rural y allí Susana trabajó junto con María Isabel Tort. En paralelo, durante todos esos años, también se desempeñó como docente de Metodología en la Universidad del Salvador.
En 1980, bajo la dirección de Forni, Susana ingresó como becaria del CONICET con sede de trabajo en el CEIL. Junto a Forni y otros/as investigadores/as publicaron “Metodología para un diagnóstico del empleo rural. El caso de la provincia de Corrientes” (1982). También en esta etapa, Susana participó activamente en la formación de técnicos agrarios para sectores pobres y comenzó a articular acciones y capacitaciones con gremios y organizaciones a través de la creación de una asociación sin fines de lucro. En esos años, se inscribió en una Maestría en Sociología en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), posgrado que finalizó en 1986 con una tesis titulada “El proceso de modernización agropecuaria en Santiago del Estero”. En el año 2006, continuó con sus estudios de posgrado y obtuvo el Diploma de Estudios Avanzados en el área de Sociología en la Universidad de Córdoba (España) con la dirección del reconocido catedrático Eduardo Sevilla Guzmán.
Paralelamente a sus tareas académicas y docentes, desde 1992 Susana colaboró con Gastón Bordelois en la creación del Programa Social Agropecuario en la Secretaría de Agricultura. Esta fue, posiblemente, una de las primeras políticas públicas destinadas al mundo campesino en la que Susana estuvo directamente involucrada. La misma vinculaba capacitadores formados con metodologías participativas y la asistencia técnica orientada a mejorar las condiciones de producción y de trabajo de la familia campesina. Se buscaba favorecer los espacios para desarrollar formas asociativas y de colaboración entre campesinos, en defensa de sus niveles de vida, manteniendo una relación armoniosa con el medio ambiente. El programa se realizó durante 10 años en todo el país e inclusive fue tomado como ejemplo de formas apropiadas de intervención en el mundo campesino, al incorporar líneas de juventud y de mujeres.
Entre sus publicaciones más recientes se encuentran “De migrantes y asentados. Trabajo estacional en el agro argentino” (2016) y “Nuevas formas de contratación en el trabajo agrario” (2014) coordinados junto a Roberto Benencia. Actualmente, es Investigadora Principal jubilada del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, con sede en el Instituto de Investigaciones Gino Germani, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Buenos Aires. También, se desempeña como profesora del Doctorado de Ciencias Sociales, Universidad de Buenos Aires, de las maestrías de Desarrollo Rural, Escuela para Graduados, Facultad de Agronomía, Universidad de Buenos Aires y de la maestría de Educación y Desarrollo Rural de la Universidad Nacional de Entre Ríos