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La muerte del Padre Fahy dejó un vacío de liderazgo y organización. Aparecen entonces dentro de la colectividad intentos de organización institucional, con el fin de preservar las obras iniciadas por aquél, aunque sin el éxito esperado.

El padre Antonio Fahy, desde su llegada a la Argentina en enero de 1844, animó e impulsó a la colectividad irlandesa de ese momento, y ha dejado su huella hasta nuestros días; tanto por su tarea evangelizadora como así también por su preocupación y acciones en beneficio de niños, enfermos, ancianos y huérfanos.

Entre tantísimas iniciativas, como la del Hospital Irlandés para inmigrantes de esa nacionalidad y el convento para las Hermanas de la Misericordia irlandesas, el Padre Fahy también fundó un hogar para huérfanas, todas en un predio y edificio de Riobamba y Tucumán. Lamentablemente, el venerable sacerdote fallece víctima de la peste de fiebre amarilla en febrero de 1871.

La muerte del Padre Fahy dejó un vacío de liderazgo y organización. Aparecen entonces dentro de la colectividad intentos de organización institucional, con el fin de preservar las obras iniciadas por aquél, aunque sin el éxito esperado.

En julio de 1879 el Deán de la Catedral Metropolitana, Monseñor Patricio J. Dillon reúne a una cincuentena de irlandeses de la cuidad y del campo a en la sala Capitular de la Catedral para instarlos a formar una institución que tomase a su cargo las obras iniciadas por el P. Fahy. Así se hace, pero recién en junio de 1883 se crea la Asociación Católica Irlandesa (ACI), institución sin fines de lucro con poder para administrar no sólo el orfanatorio Irlandés y el hospital, sino toda donación o legado que en el curso del tiempo se le hiciese por parte de la comunidad Irlandesa.

Con el correr del tiempo, la casa de Riobamba y Tucumán resultó inviable para su fin; y siendo ya de propiedad de la ACI, se resolvió su venta y posterior adquisición de una importante propiedad donde se construyó un imponente edificio inaugurado en 1899, y desde ese momento hasta hoy, Colegio Santa Brígida, en la Av. Gaona 2068 de la Ciudad de Buenos Aires.

Es decir que desde junio de 1883, que la ACI estará presente en todas las actividades e iniciativas de la comunidad irlandesa y sus descendientes en la Argentina. Guardiana de la fe, de las tradiciones y del patrimonio heredados de sus antepasados, e históricamente integrada a la comunidad nacional.

En la actualidad y fiel a su ideario, la Asociación Católica Irlandesa lleva adelante su misión educadora a través de sus dos centros educativos:

Colegio Santa Brígida. Esta institución fue fundada en 1899, solía albergar, mantener y educar a cientos de niñas argentinas de ascendencia irlandesa y carentes de recursos, en su casi totalidad del interior del país. La enseñanza era impartida por maestras normales nacionales de acuerdo con los programas oficiales y se cumplían con exactitud las indicaciones de las autoridades escolares. Desde entonces, entiende que la educación ha de ayudar al hombre a encontrar el sentido de la vida, favorecer la mejor comprensión de sí mismo y la adaptación permanente a un mundo en cambio. Cuenta con la trayectoria histórica de más de un siglo en educación, con el profesionalismo y calidad humana de todos los actores que la integran y con la conformidad y el aval de las leyes educativas. La acción se sustenta en valores que reflejen el mensaje evangélico para desarrollar las potencialidades humanas en los aspectos intelectual, social, moral, afectivo y espiritual. Hoy es un colegio mixto que brinda educación católica y de calidad a 1300 alumnos en sus tres niveles: inicial, primario y medio

Instituto Monseñor Dillon. La ACI comenzó a gestionar el colegio al iniciarse el ciclo lectivo en 1993. Cuenta con todos los niveles educativos, con una población escolar de más de 1400 alumnos, entre varones y mujeres. El horizonte que busca, es la formación integral de niños y jóvenes, en el marco de valores católicos, para que sean capaces de desempeñarse responsable y solidariamente en la vida social, laboral y académica.

Asimismo, la ACI efectúa aportes solidarios a hospitales, a otras sociedades y asociaciones irlandesas, otorga becas universitarias; ayuda a instituciones educativas, religiosas y sociales, en un todo de acuerdo con los Estatutos que la rigen.

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