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RICARDO TALENTO / CIRCUITO CULTURAL BARRACAS
nada nace de la nada
“El teatro es encuentro entre seres humanos y mientras haya seres humanos capaces de mirarse a los ojos y hablarse con el corazón, el teatro será una fiesta y en esta fiesta, nos encontramos. Hablamos de ética, de estética, de lo popular mirado desde lo afectivo, de lo revolucionario que es en estos tiempos la risa y la ternura; por eso los payasos, por eso los muñecos, por eso los chicos, los de edad y los de corazón y por eso aquí estamos, uniendo sueños y esperanzas”

Pensar al Teatro Comunitario que hace treinta y cuatro años se viene desarrollando en la Argentina como un fenómeno aislado producto de la imaginación y originalidad de un grupo de vecinos es aportar a la clásica fragmentación con la que nos retransmiten una y otra vez los hechos históricos.

Nos negamos a hacerlo, a ser originales, pasar a la historia del teatro como los creadores de algo único e inédito: EL TEATRO COMUNITARIO

El teatro comunitario tiene padres, abuelos, bisabuelos, tatarabuelos, choznos, etc,etc. Hay en el teatro comunitario mucho del Circo Criollo, del Sainete, del Grotesco, del varieté, del teatro anarquista, del teatro épico de Bertolt Brecht, del siglo de oro Español, de los actores trashumantes, de la comedia del arte y podría agregar varios etcéteras más.

Con esto quiero decir que cuando nace el Grupo Catalinas Sur y luego El Circuito Cultural Barracas cargaban sus directores un amplio bagaje de caminos recorridos en el teatro independiente de los 60, el teatro político de los 70 y en las posibilidades de desarrollo abortadas y mutiladas en la dictadura cívico militar del año 76. No casualmente con los primeros pasos de la recuperada democracia salimos desesperados a encontrarnos en las plazas, en las calles, recreando esta maravillosa ceremonia humana que es el teatro…¡Salimos a mirarnos a los ojos!

Pongo como ejemplo fragmentos de lo manifestado en el programa de mano del Grupo de Teatreros Ambulantes LOS CALANDRACAS en 1988 fundadores 8 años después del Teatro Comunitario del barrio de Barracas, CIRCUITO CULTURAL BARRACAS

“El teatro es encuentro entre seres humanos y mientras haya seres humanos capaces de mirarse a los ojos y hablarse con el corazón, el teatro será una fiesta y en esta fiesta, nos encontramos. Hablamos de ética, de estética, de lo popular mirado desde lo afectivo, de lo revolucionario que es en estos tiempos la risa y la ternura; por eso los payasos, por eso los muñecos, por eso los chicos, los de edad y los de corazón y por eso aquí estamos, uniendo sueños y esperanzas”

Y organizamos el MO-TE-PO Movimiento de Teatro Popular con todos los grupos que llenamos las plazas de encuentro, de alegría, de compartir con el otro.

Quisiera retrotraer la historia algunos años atrás recordando palabras de Juan Carlos Gené en Un llamado a la juventud actoral el 28 de noviembre de 1971 y un discurso también pronunciado por Gené frente a la estatua de José Podestá unos meses antes, el 29 de agosto de 1971 culminando una semana del actor de protestas y reflexión. ¿Por qué vuelvo a estos escritos? Porque creo que estos contienen la génesis conceptual de lo que fue la agrupación militante Centro de Cultura Nacional “José Podestá” entre el año 71 y 73 donde se reflexionó en profundidad sobre el rol de la cultura como factor de liberación y transformación social. Posta conceptual que tomó el Teatro Comunitario a partir de los 80

Formando parte de La Podestá entre otros grupos se desarrolló el grupo de teatro “CUMPA” que funciono entre el 72 y 76 con su espectáculo “Civilización o Barbarie?” desarrollando técnicas de teatro épico, donde las canciones y escenas se sucedían reflejando la voz del colectivo, pueblo; en una puesta que permitía ser representada en teatros, calles, e improvisados escenarios , pero sobre todo experimentando una forma de hacer teatro desde y con la gente, donde la comunicación privaba sobre la exhibición. Conceptos éticos y estéticos que atraviesan al Teatro Comunitario actual.

Gené en su conferencia del 71 cuestiona el carácter sagrado de La Cultura y el considerarse “Hombres de la cultura” y por transferencia podríamos replantear el termino actualmente utilizado con frecuencia “Trabajadores de la cultura”. “Para nosotros hombres de la cultura, es fundamental precisar que significa esta palabra. He utilizado adrede las palabras “Hombres de la cultura” como si por serlo fuésemos hombres especiales, de una zona particular de la vida, la zona de la cultura. Decir “Hombres de la cultura” es dejar sentado desde ya que existen hombres que no pertenecen a ella, del que quedaría excluida la inmensa mayoría de las actividades humanas” “El carácter que me he permitido llamar sagrado de la cultura tiene una clara funcionalidad. Un régimen basado en el sometimiento colonial sistemático, necesita hacer de la corrupción su mandamiento moral N°1, de la violencia represiva en todos los órdenes su signo de legalidad, de la excitación permanente y artificial de los apetitos y de la simultanea prohibición de satisfacerlos, su mecanismo de dominio sobre los hombres. Un régimen semejante necesita una zona impía, una zona sagrada, una zona preservada de la contaminación de sus propias acciones” “Porque CULTURA es la forma que una sociedad toma la lucha por la sobrevivencia y por expresar esta lucha. Es decir que no hay zona posible de la actividad del hombre que pueda quedar excluida de la cultura. Cultura es todo lo que el hombre hace. Cultura y sociedad son prácticamente sinónimos, cultura y pueblo”

También se pregunta Gené en su discurso frente a la estatua de José Podestá, cuando se produce el desencuentro entre el teatro y el pueblo y pone una fecha, 1 de enero de 1899, donde se disolvía definitivamente la compañía circense de los Podestá, creadora de la expresión dramática más popular, más auténticamente Argentina: El drama gauchesco de picadero. Podríamos analizar las causas, pero me interesa resaltar una: La apropiación por parte de la burguesía de este género original, contestatario y levantisco surgido de la legitimidad del pueblo y transformarla en una representación teatral inicua y “Pintoresca”

Resalto esto porque 80 años después la comunidad vuelve a tomar en sus manos esta ceremonia esencialmente humana que es el teatro y desde la legitimidad que otorga el territorio, pone en escena, es decir en tensión, sus propias historias, recuperando la memoria colectiva y creando ficción como forma de imaginar desde la comunidad, futuro. El Teatro Comunitario tiene memoria y resiste al riesgo de convertirse en la parte pintoresca del “Prestigioso” teatro Argentino. Tiene un camino recorrido y mucho a recorrer sabiendo que no es ni la vanguardia ni la retaguardia del quehacer teatral de la Argentina. Lo rige un pensamiento que se puede considerar transgresor ¡Todos los seres humanos somos esencialmente creativos! y en el desarrollo de este potencial está la clave para imaginarnos de otra manera, potenciarnos como ciudadanos creativos en cada tarea que desarrollemos y en cada actividad que nos propongamos… ¡Otro mundo es posible si somos capaces de imaginarlo! Proponemos desde el Teatro Comunitario ¡Soñar lo imposible!

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