¿Y fue por este río de sueñera y de barro que las proas vinieron a fundarme la patria? Irían a los tumbos los barquitos pintados entre los camalotes de la corriente zaina
Jorge Luis Borges (“Fundación mítica de Buenos Aires”)
Fundación mítica de la República Genovesa de La Boca
Los orígenes de la idea de una república genovesa independiente en La Boca se tocan con la leyenda. Cuenta la memoria popular que una huelga prolongada de trabajadores impulsó a un grupo de extremistas genoveses a declarar la independencia y anunciar el nacimiento de la República Genovesa de La Boca. Al parecer, en 1882, una polémica entre obreros y patrones provocó la intervención de la policía. En ese tiempo, la mayoría de los habitantes del barrio era genovesa. Ante la intervención del Estado Nacional, patrones y obreros se unieron en virtud de su origen y enfrentaron a la autoridad, cuestionando su derecho a intervenir.
Los huelguistas boquenses, reunidos en la Sociedad Italiana, deciden que el gobierno no pue- de intervenir en asuntos de genoveses. Enarbolan en la azotea la bandera de Génova (otros la describen como con un fondo blanco y celeste, en donde se erige el escudo de la casa de Saboya, con su cruz blanca coronada por un gorro frigio) en señal de protesta e inmediatamente envían una nota al rey de Italia Humberto Primo de Saboya, comunicándole que la República Genovesa de La Boca acababa de declararse independiente.
La aventura separatista terminó, según se dice, con la llegada del propio presidente de la Re- pública acompañado del ejército. Roca entra súbitamente a la Sociedad Italiana y arría en persona la bandera de los huelguistas rebeldes. Aquí la leyenda discrepa: una vertiente dice que Roca convenció a los boquenses con tal elocuencia sobre el deber de abra- zar las leyes del país que los más furiosos genoveses terminaron aclamando a la Argentina dando vivas a Roca. Según otra versión, existió un grupo de genoveses en desacuerdo con la idea de la independencia, que, en medio del conflicto y agradeciéndole a Roca su intervención, bautiza a una calle con su nombre.
Realidad o leyenda, fue digna profecía de las repúblicas venideras. La primera aristocrática, la segunda de Quinquela y la tercera de nuestros días.