Skip to content
Espacio Sísmico
Es innegable que el vecino de este barrio se vincula con estas alternativas culturales

El Sísmico es un espacio nuevo creado por los hermanos Isola. Ellos, junto con otras personas como Nico (actor y músico) lo llevan adelante artística y socialmente. Hay teatro, música, cine, danza y actividades sociales como la de todos los mediodías en las que llega a almorzar la gente del Pami. Los artistas ensayan rodeados por esos viejitos simpáticos que comen y observan los preparativos de las obras, mientras que Nico sonríe consiente del clima mágico que se genera en torno al lugar.

“Hay algo muy barrial, muy amigo, que no es exclusivo del Sísmico, es algo del barrio también. Yo vengo de la zona sur de la provincia, de Berazategui y acá veo cosas que yo pensaba que solo se encontraban en el conurbano. Me encontré con un barrio con dialogo, hablas con el portero, hablas con el carnicero. Y el Sísmico completa ese dialogo pero desde lo artístico. En algún punto es como el club del barrio. Villa Crespo es un lugar que creció muchísimo en el aspecto artístico. Hoy podemos hablar incluso de un circuito cultural. Hay mucha gente joven, y con un espíritu Joven que no tiene que ver tanto con la edad. Hay teatro, tango, bibliotecas, clases de baile, peñas, música, lugares para tocar. EL Matienzo, La Gran Jaime, Fandango, Oliverio, son muchos los espacios. Hay una historia cultural en el barrio, esa costumbre tanguera y poética de Marechal y de Pugliese todavía se respira. Esa tradición evidentemente está ligada a la movida cultural que existe hoy. Villa Crespo tiene esa cosa de la tradición bohemia también, de hecho a esto que sucede culturalmente en el barrio yo le llamo “la nueva bohemia”. Hay muchos artistas viviendo aquí. Estamos cerca de Palermo, Belgrano, del Centro, de los teatros de Corrientes, es como un barrio estratégico también para la vida del actor o del músico. La suma de estos detalles hacen que lugares como El Sísmico puedan multiplicarse con el tiempo. Si bien es difícil sostener y mover un espacio cultural, en una zona como esta donde hay movimiento y un circuito que te conecta con otros lugares que están en la misma, no se hace tan cuesta arriba. No hay competencia, como las propuestas son distintas cada uno tiene su público. Poco a poco la suma de todos estos lugares logra una presencia en la zona que ayuda a que esos espacios se puedan gestionar. También es cierto que la gestión se hace más fácil cuando la gente acompaña. Es como un circulo virtuoso. La afluencia de público hace que estos lugares crezcan y la oferta de más lugares genera la llegada de públicos nuevos. Hay una audiencia que es de Villa Crespo, aunque por supuesto viene gente de muchos lados distintos. De todos modos es innegable que el vecino del barrio se vincula con estas alternativas culturales, y esto se debe a que en algún punto está acostumbrado a que estos espacios existan porque el barrio los propone todo el tiempo.”

Volver arriba