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Andrea / Escuela Quintana
Es evidente que el barrio ya trae esta historia de participación

Andrea trabajó durante de 12 años en otro colegio del barrio y desde el 2010 es la directora de primaria de la escuela más antigua de Villa Crespo. El colegio data de 1888 y es por la mañana primaria, de adultos por la tarde y además es sede de la dirección de jardín que tiene jardines en este edificio y en tres escuelas más de la zona.

“Desde el primer año que empecé noté un movimiento distinto. La escuela tiene una gran historia de reunirse, hay muchas instituciones que están siempre en contacto. La comisión de asociados del banco Credicoop, gente del centro cultural de Atlanta y la comuna 15 entre otras. Invitan mucho a esta escuela a participar en eventos por la tradición que tiene en el barrio, y porque muchos de los que están en esas instituciones son ex alumnos. Año a año se activan esas reuniones en especial para organizar el aniversario del barrio. Villa Crespo cumple años el 4 junio y la escuela el 6. Esto no es común, por lo general es la Escuela la que hace el trabajo de relacionarse con las instituciones del barrio, por eso te digo que es evidente que el barrio ya trae esta historia de participación. También participa mucho el ex alumno en los encuentros de la cooperadora, en las visitas o con las instituciones en las que trabajan. Hay muchos ex alumnos que viven en Israel y siempre que vienen de  vacaciones pasan a sacarse la foto en la que fue su escuela. El 99% de la población del colegio, históricamente fue judía como sucedía en el barrio. Mucha gente del partido comunista también. En la década del 90 muchos de esos judíos se fueron cuando empezaron los cierres de negocios y muchos de los que tenían comercio dejaron de vivir aquí. Ahí cambio toda la fisonomía del barrio y de la escuela. Hoy la población es muy variada. Un alto porcentaje de familias extranjeras de Latinoamérica. Y viene aumentando año tras año. En Villa crespo hay muchos lugares de alquiler temporario, entonces se da esto de familias de afuera que alquilan una pieza hasta que se van acomodando. También mucha gente de provincia y muchos que viven en otros barrios pero como vinieron a esta escuela de chicos también mandan a sus hijos acá aunque ya no vivan cerca.

Empezamos a detectar que hay un gran porcentaje de chicos que por determinadas circunstancias encuentran en la escuela cosas que no tienen en el hogar, y eso influye mucho en el poder mostrarse, participar, interactuar con otros. Vemos que en lo que más participan es en lo artístico. Tal vez no andan tan bien en otros campos de estudio pero van a los concursos de música y ganan, y este año por ejemplo salió la especificación en lo artístico  de la escuela. Al haber tantas nacionalidades juntas hay una mezcla de culturas sumado a la cultura del silencio, tan característica de algunos países de Sudamérica. Lo confirman los padres cuando los citas para hablar de estos temas de participación, ellos mismos te dicen “nosotros fuimos criados así”. Entonces la escuela plantea todo el tiempo actividades con los padres que no tengan tanto que ver con el aprendizaje sino más con la integración como por ejemplo los viernes de mateada. Todo esto lo hacemos desde hace 3 años, es un fenómeno reciente. Queremos que los chicos se expresen con la danza, con el teatro, si no pueden desde la palabra que lo hagan con otros lenguajes. Hoy son 244 alumnos. Tenemos vacantes en 5, 6 y séptimo grado, pero si estuviera la escuela completa podrían ser 260 chicos y la franja social es bastante heterogénea, con una preponderancia hacia lo medio bajo, cuando antes era más media alta. Yo toda la vida fui a la escuela pública. Para mí la educación privada no es opción. La principal diferencia que veo con la escuela pública de hoy es en realidad en lo social, más en el entorno de la familia que en la escuela. Los chicos cuando están en sus casas están solos. En mi casa por ejemplo mi papa trabajaba y mi mama y mis abuelos estaban en la casa. Los abuelos de los chicos hoy en día están tan ocupados como sus padres. Había una contención que hacia la familia en relación a la escuela que hoy no puede hacer. No soy de las que creen que la educación pública empeoró, o por lo menos no lo podría medir en esos términos. Las políticas públicas cambiaron, y hacen que la educación pública sea vista de distinta manera. Las escuelas públicas muchas veces reciben chicos que viene  de la educación privada porque no la pueden seguir pagando y los padres te dicen “nunca pensé que fuera así, lo hubiera mandado desde a una pública desde el comienzo”. Es más una cuestión de desconocimiento, el que está en contacto con la educación pública sabe que los chicos aprenden y que el esfuerzo lo estamos haciendo igual. Creo que hay algo de decisión política en esto de que la escuela pública sea vista peor de lo que está en realidad. Hace muchos años atrás tal vez el discurso hacia la escuela pública era más alentador. Muchas de todas estas críticas te la aguantas por la vocación, cuando estas en contacto con los chicos, aparece el cariño, y todas las cosas por las cuales elegiste ser docente.  Saber que podes ser útil, marcar algo en la vida de un chico es un sentimiento muy fuerte. “

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