La Compañía nace en 1960, después de que Armenia fundara su Conjunto Estatal de danzas folklóricas, una herramienta de divulgación cultural y política del Estado de Armenia en pleno proceso soviético. El nombre Kaiané lo tomamos de la obra de Aram Khachaturian, no solamente porque él era una eminencia cultural, sino también una cara visible en un proceso político. Entre otras cosas, es el autor del himno de la República Socialista Soviética de Armenia.
La Compañia, de indisoluble pertenencia a la Unión Cultural Armenia, fue evolucionando en el tiempo a través del recambio de compañerxs, y al ir avanzando en función de la asimilación de lxs compañerxs a la sociedad argentina. Actualmente está conducida por un colectivo artístico multifacético. Somos un grupo de danza argentino donde hay armenios o gente de origen armenio. Pertenece a una institución en la cual los vínculos con diferentes organizaciones del campo popular argentino hacen que estemos atravesadxs por diversos debates en torno a cómo debe preservarse y difundirse la cultura armenia, de qué manera decidimos abordar temas como la identidad, los derechos humanos, la solidaridad con otros pueblos, entre otras cosas.
La relación entre Kaiané y Armenia es muy larga. Durante muchos años la Armenia Soviética estuvo al servicio de la formación de las diferentes directoras que condujeron la compañía, entre ellas se destaca la Prof. Alicia Antreassian, quien viajo en tres oportunidades y condujo al grupo por cuatro décadas. A partir de la caída del campo socialista, todo eso cambió. Pasamos de recibir todo tipo de material cultural , como libros, trajes, artistas que eran enviados desde Armenia, a tener que empezar nosotros a pensar cómo podemos ayudar a Armenia. Consecuencia de esto es haber tenido que ingeniárnosla por nuestra propia cuenta. Fue así que trajimos a nuestro país a Vanush Khanamiryan y Gagik Karapetyan, los coreógrafos más relevantes que ha tenido y tiene Armenia. La compañía ha trabajado con los más grandes, hubo cerca de 10 intercambios.
Además de contar en el equipo de conducción con el aporte permanente de Raffik Grigoryan, ex bailarín del Conjunto Estatal en su esplendor, desde hace ya mas de 15 años. El arte y la política no solamente son inescindibles sino que son lenguajes que incluso en el silencio se pronuncian, y la particularidad de Kaiané es asumir esa responsabilidad. La cultura armenia es la materia prima de nuestro accionar fundamental, que no es otra cosa que el aporte para cambiar este mundo por uno más justo.
© “Armenios en la Ciudad de Buenos Aires” de Carlos Iglesias – Rumbo Sur, 2018.