Mis tatarabuelos irlandeses vinieron para la Argentina cerca de 1880. Así nació mi abuelo (Fito Tormey) en suelo argentino junto con sus cuatro hermanos, y hablaban inglés entre ellos. Mi familia se mantuvo en sus tradiciones. Lo de casarse en la misma colectividad se rompió con mi mamá, que se casó con un Repetti. El que vivió en Junín, que tenía campo, se convirtió en un agricultor y siempre vivió en el campo. Y los de Floresta vivían involucrados con la parroquia – escuela a la que yo fui. La iglesia La Candelaria, era algo central en la vida de mi familia, algo que siempre estaba, como una rutina. No el San Patricio, como en otras familias irlandesas. Mis tías abuelas vivieron en Floresta donde yo vivo todavía, me acuerdo que estaban los almohadones irlandeses que se trajeron de allá, tomaban por supuesto el té, los scons, la tetera y el kozy tea. Y hacían el Bacon and cabbage, la comida para ocasiones especiales.
Yo aprendí el inglés a los 8 años. Recuerdo que mis tías hacían una pronunciación muy particular del “what” y el “whisky”, yo me preguntaba por qué lo pronunciaban así, tan marcado el “wh” Si mi profe no hablaba así. Lo que siempre se sintió en mi familia era como cierto sentimiento de superioridad para diferenciarse de lo español y lo italiano, como que éramos más distinguidos, pero no por algo en particular, de hecho ellos no vinieron de una clase alta ni nada especial.
Una vez mis viejos fueron de viaje a Escocia e Irlanda. Habían quedado fascinados con un lugar situado en el Sur de Irlanda que se llama Killarney y, a su vuelta, pusieron una hostería en Mar del Plata una casa de piedra típica marplatense con el mismo nombre de ese lugar. Llevaron cosas de mi familia, los muebles, los cuadros que tenían mis abuelos. Mi papá mandó a hacer un cuadro con una imagen de Killarney y debajo le colocó una poesía irlandesa que hablaba de esa ciudad. También están las fotos de mis bisabuelos, esto en la década del 90. Y en el 2005 fuimos a Irlanda con mis hermanos y nos fascinó.
Me encanta la música irlandesa, no sabía por qué, de adolescente me empecé a interesar. Una vez fui a ver una banda y quedé impactada. Empecé a meterme y a explorar Irlanda a través de la música y la literatura. Mi conexión fue a través de los años por esas ramas.