Recordar y releer la historia de los Pasionistas en la Argentina, y contar nuestra trayectoria como congregación aquí me hace sentir un argentino-irlandés. Recordar la raíz irlandesa de la comunidad Pasionista que aquí se estableció es importante. Por ejemplo, hemos investigado y publicado nuestra historia y estamos recopilando todo los que se escribió y todo lo que sabemos sobre la arquitectura y arte de la iglesia que es muy interesante y rico. En cada rincón de la iglesia hay un símbolo irlandés y/o Pasionista: por ejemplo, el escudo y la cruz de San Patricio, la flor Pasionaria y el arpa Celta. Hoy en día consideramos que somos argentinos, pero herederos de una historia y, por eso, muchas cosas que marcaron nuestra identidad las recordamos.
Somos conscientes que desde que llegaron los primeros Pasionistas siempre se preocuparon por los más sufrientes. Estamos marcados por la pasión de Jesús. Desde los primeros irlandeses, a lo largo de la historia y hasta hoy, los Pasionistas siempre estuvimos inclinados a leer el Evangelio y mirar la vida desde la situación de los que viven en situación de pobreza. Es decir, los crucificados de hoy.
Antiguamente, en los pueblos, vos ibas a la parroquia que te tocaba, te gustara o no el cura. No tenías otra… En la capital, en cambio, vos podías elegir la parroquia con la que más te identificaras. A Santa Cruz, al principio vinieron los irlandeses y los primeros descendientes por que era una parroquia en la que se celebraba en inglés (Por ejemplo, las estaciones del Via Crucis están escritas en inglés, también hay confesionarios que dicen “confesiones en inglés”) . Luego, vinieron hasta el día de hoy aquellos que se identifican con esta espiritualidad que quiere “apasionarse” por la vida y enfrentar el “padecimiento” de mucha gente que sufre.
La fiesta de San Patricio se festejaba un año acá en Santa Cruz, otro año en San Patricio de Belgrano y, cuando caía domingo, en Luján. Los Palotinos de San Patricio también fueron profetas de un mundo nuevo y les costó el asesinato de cinco de ellos.
Cuando yo era chico Santa Cruz tenía una comunidad con varias familias de apellido irlandés. Sin embargo, la opción de Santa Cruz, de una mirada del Evangelio desde la realidad social y política, no partidista, fue haciendo que muchos irlandeses se fueran alejando, fueron sintiendo que nuestras opciones no eran las de ellos o se mudaban de barrio y les quedaba demasiado lejos. Muchos suelen “volver” en las grandes fiestas. También es cierto que la experiencia religiosa ha cambiado y se vive de modo diferente a como se vivía en otros tiempos.
Nuestra comunidad de sacerdotes tuvo a unos hombres clave (de los cuales la mayoría eran irlandeses) que fueron muy lúcidos, con una mirada siempre sobre la realidad: Bernardo Hughes, Mateo Perdía, Eugenio Delaney, Federico Richards, Carlos O’Leary, Federico Soneira. Esos hombres lúcidos son los que nos marcaron el camino en los años 70-80 en nuestra comunidad y nosotros somos herederos de ellos. Los “maestros” que marcaron la historia de los Pasionistas fueron esos hombres.
En este momento los que quedamos con sangre irlandesa en la comunidad somos tres. También hay pocas familias en la parroquia que lleven un apellido irlandés. Esta realidad es importante, porque la fidelidad significa cambiar, adaptarse, renovarse, caminar…. Hoy en día, Santa Cruz se identifica como uno de los lugares de Memoria, Verdad y Justicia, no como la “iglesia de los irlandeses”, como en otras épocas.
(testimonio del Padre Francisco Murray)