Los funerales de Don Oreste Liberti evidenciaron todo lo que se le estimaba

Estando en prensa “La Pluma” fuimos sorprendidos con la noticia del fallecimiento de Don Oreste Liberti y atómico ante la incauta nueva, enmudecieron nuestros labios.
Pasado el sinsabor del primer momento, justo es que demos rienda suelta al dolor y exterioricemos nuestro sentir ante la evidencia de la desaparición de esta gran persona, cuyas dotes y virtudes exornaban su vida sencilla convirtiéndola en ejemplar.

Espíritu combativo y franco, “pionner” de la colonización y progreso del barrio, alma hecha para el bien con la altura del hombre que se sacrifica en bien de un ideal que redunde en beneficio del prójimo, hombre de empresa cuyo lema: siempre adelante, le había granjeado la admiración y la simpatía de todos aquellos que estuvieron a su lado en los momentos en que se demostraba y abría su alma en toda su magnificencia.

Buscó el medio y la manera de dar al barrio la enjundia y personalidad que hoy ostenta, no escatimando en la empresa el menor esfuerzo, luchó tenazmente: VOLERE E POTERE, divisa y escudo de los Bomberos Voluntarios de La Boca, tenía en él al más franco y decidido de los cultores.

Padre espiritual del Bombero Voluntario, querido y admirado por todos, predicó con el ejemplo y a su tenacidad la digna y meritoria entidad es admirada y querida a través de tantos años.

En sus funerales, una concurrencia imprevista llenó materialmente las calles por donde pasó el ataúd que guardaba sus restos mortales, subrayando amplia y categóricamente el afecto conquistado en La Boca a través de su actuación.

Fuente: La Pluma, Octubre de 1936.